lunes, 1 de julio de 2019

¡Para Mis Amigos!

Algunas historias son mas fuertes que otras al momento de hablar de ellas. Algunas veces la alegría se marcha justamente cuando estas sonriendo, riendo a carcajadas, acompañado de aquellos amigos que se convirtieron en familia, justamente en el momento cuando te sientes feliz. Comienzas a preguntarte ¿Por qué ahora? ¿Por qué en este momento? ¿Qué pasa conmigo? ¿Por qué mi felicidad se marcha? 
Son muchas preguntas que se cruzan en tu mente de un momento a otro, cuando la sonrisa se disipa y no entiendes el motivo. Estas feliz, con las personas que te hacen feliz, compartiendo esos momentos en los que pocas veces te sientes completo y en su totalidad. Pero te quedas viendo a la nada, ahí justamente en ese espacio tiempo que nada tiene sentido, que te pierdes en un segundo en la inmensidad del universo. Empiezas a gritar y gritar y gritar tan fuerte sin mencionar ni una sola palabra, sin dejar escapar un solo sonido de tus labios, pides y pides ayuda, a suplicas lo solicitas y es evidente que nadie te esta escuchando, nadie lo nota, nadie se da cuenta. Y no porque no puedan, solo que estas tan perdido en ese instante de desespero por no perder esa tranquilidad y esa felicidad, que crees en tu mente que estas haciendo mil y un cosas, cuando solo estas mirando a un punto fijo. Y lo más curioso de todo, es que es cuestión de un par de segundos...

Hablemos de mí, sí nuevamente hablare de mí. Después de todo... ¿Es mi historia la que plasmo aquí, no? Además de todo que soy un tanto egolatra y me encanta hablar de mí. Pero esta vez aunque hablare de mí, esto no es para mí, ni tampoco pensado en mí. Durante muchos años y si que han sido muchos años, he llevado una vida bastante tormentosa, extraña, con uno que otro desorden -y si que son muchos- depresión, ansiedad, problemas alimenticios, entre otros grandes más... qué tal vez en algún momento, cuando me sienta listo puede que los hable a "calzón quitao" pero por ahora y aunque quizás son obvios, prefiero vivir la pequeña ilusión de que solo lo saben mis más cercanas personas. Pero continuemos, debido a estos pequeños dilemas, son más las noches en las que he estado triste, me he sentido vació, tonto, simple, inútil, inservible, innecesario, vago, soso y muchas veces bastante estúpido. He tenido la grandeza y la fortuna de toparme con personas que me han hecho ver que no es justamente del todo cierto.

He tenido la fortuna de toparme con personas tan inmensamente grandiosas y tan maravillosamente HUMANAS, que han hecho ver otra perspectiva de que o quien es Un Escritor Roto, de sus cosas buenas, de lo bueno que puede ser, del buen amigo, del buen compañero, del buen consejero, del buen ser humano (que no estoy del todo seguro de esto, pero ellos dicen que sí y digamos que les creo) y tantas otras cosas que dicen que soy. Hace un par de años, tal vez meses me perdía justamente en esos instantes de felicidad infinita, me quedaba viendo a ese punto en el universo donde dejaba de ser yo y me convertía en quien diablos sabe qué. Volvían a mi los malos recuerdos, las ganas de llorar, la necesidad de lesionarme, las ganas de tirarlo todo, pero ahora, justo cuando llego a ese punto, solo es cuestión de que gire mi rostro y los vea, vea sus sonrisas, sus tontas historias, son bromas locas, sus ganas de vivir, su deseo porque siempre estemos juntos, solo es que mire a sus ojos y vea los sueños que cada uno de ellos esconden y justo ahí, en su mirada veo reflejados los sueños que alguna vez les conté. Y su grandioso deseo de que los cumpla, de que este hombre que se hace llamar Un Escritor Roto sea lo que quiere ser, solo es que mire sus risas y todo lo malo se va, hace ya mucho no tengo esa necesidad de recaer en lo que me hace daño, no mentiré de vez en cuando llegan por instantes, pero siempre hay uno de ellos que tal vez sin saberlo, hacen que todo cambie en cuestiones de segundos. 

No importa si nos conocemos hace seis años o hace seis semanas, no importa que pasemos un mes sin vernos o que nos veamos a diario. Siempre hay un buenos días, un como estás, un te quiero, un descansa, un buenas noches y sueñen lindo. Ahí y justamente ahí, están las personas que hacen mi mundo más feliz, mas tranquilo, más suave. más tenue, más yo. Donde no hay temor a que ninguno de nosotros sea quien debe de ser, tal vez muchos han llegado y ahora se han marchado, otros llegaron y se que se van a quedar toda una vida, tal vez otros están entrando en este momento, pero también estoy seguro que cada uno de ellos, marca de una u otra forma mi vida y mi mundo, y no tengo dudas de que cada uno de ellos, cada día, cada hora, piensan y buscan la manera, de que todos los que formamos parte de esta familia mejoré, sea más grande, se supere, deje atrás sus miedos. 

Algunas veces pienso, que el que más tirria y más dolores de cabeza les da, soy yo. Que son más las veces que me quieren matar por no cuidarme, por no ser juicioso con lo que debería, que algunas veces quieren venir y arrancarme la cabeza por tonto, por loco, por descuidado o porque se me olvida que debo dormir y hasta comer, pero aun así se de su amor, su lealtad y sus infinitos deseos de verme bien. Hoy tal vez, bueno tal vez no, hoy hablo de mí, pero esto no es para mí. Es en definitiva para ellos. Para decir gracias, para decir lo siento, para decir que aun les daré más y muchos más dolores de cabeza, que de vez en cuando los atacaré con mis extrañas formas de dar amor, que algunas veces no me van a soportar, pero también para decirles que aquí estoy. Que cada día intento superar todas y cada una de las cosas que me auto lesionan, quizás sin decirlo -hasta este momento- les prometí dejar todo ello atrás y mejorar, para mí y para ellos, para ser el amigo y la persona que cada uno de ellos necesita en su vida y darles el apoyo y el amor que merecen. Que aunque ya lo sepan, reiterar que no importa si son las tres de la mañana o las cuatro de la tarde (procuren darme tiempo ole, trabajo todo el día) si me requieren, ahí voy a estar, ahí me pueden buscar, que van a encontrar una palabra de aliento, van a tener una persona que los escuche y alguien para toda la vida. 

Solo les recuerdo que los amo, que los añoro, que los vivo, que los llevo de una u otra forma todos los días conmigo, y que así será siempre. Desde hoy, hasta el infinito y más allá. 

-Un Escritor Roto

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