… Mi querida contrariedad, mi querido amigo más odiado y mi enemigo más amado. Somos tan distintos y parecidos. Eres justamente todo aquello qué odio con todo mi ser, pero que a su vez es justamente lo qué más quiero ser. Son aquellas cosas que me hacen falta y que tal vez no pueda tener, bien dice el universo que debe existir el Ying y el Yang, quizás por ello convivimos en el mismo cuerpo.
Carlo, te he extrañado durante
muchos años. Eres justamente aquel sujeto cruel, reacio, determinado y quien no
se preocupa tanto por el otro y solo vive en su propio mundo, en su propia burbuja.
Era tan estresante ver como ibas por las calles levitando y abriéndote paso al
camino. Eres tan seguro de quien eres y de como te ves, de que has hecho y no
permites que otros pasen por encima de ti. Nunca importaba el qué dirán de
otros. No importaba el que pasaría con el universo, siempre y cuando estuvieses
bien. Pero a la par, eres un maldito desastre. No te mides, no sabes cuando detenerte,
eres un exceso andante. El licor, el cigarrillo, la fiesta, el sexo y aquellas
sustancias que ambos sabemos que nunca debiste de conocer. Carlo querido, a
veces quiero que regreses, quizás así el mundo no dolería tanto como lo hace
ahora, eres tan inhumano que no importaba nada, no importaba nadie. El chico
que todos admiraban al verlo pasar, que donde llegase quería que su presencia
se notara y que el mundo supiera que estabas ahí porque, aunque tuvieras los harapos
más horribles del mundo, te veías tan espectacular. Tu actitud de diva del pop
lo hacía así. Siento que me falta tu firmeza al momento de enfrentar esta
sensación, este odio, eras tan completamente seguro de todo tú. Nunca supe que
algo te doliera, podías con todo. Con cada cosa, con cada hazaña, podías con
cada situación. Si no te la sabías te la inventabas, pero de que ganabas,
ganabas. Eras cruelmente increíble, bueno eres. Porqué de ves en cuando sales
por ahí y dejas ver un poco de ti, para que el mundo no se olvide de que aun respiras.
Eres aquel hombre que sencillamente es, que sabe quién es y lo que es. Mi querido
Carlo necesitamos salvarlo. Me está quedando difícil hacerlo yo solo.
Jean, eres justamente aquel ser que nunca quise llegar a ser. Te dejas ganar por tus emociones, por tus sentimientos, por lo que requieren los demás. No te soporto, te faltan agallas, te falta valentía. ¿Dónde quedaste? ¿Dónde lo dejas a él? Deja de ser tan misero, eres mucho más que tristeza y necesitas que te lo estén recordando, te estas dejando ganar por la presión en el pecho y no puedes permitirte eso. Yo siempre quise tener un poco del amor que tu tienes para el universo y para todo el mundo, esa bondad que solo tú puedes tener para estar y para ser. Joder, eres un puto defensor de todo. Nunca comprendí como hacías para compartir con toda clase de persona, desde el habitante de la calle, hasta los tipos riquillos que solíamos conocer. Y siempre ser tú mismo y no dejarte ver cambiado por absolutamente nada. Eres débil, dudas al caminar, caminas rápido para que nadie tenga la posibilidad de observarte o pueda detallar tu cuerpo, ¿Cuándo vas a entender que no es lo que tu mente te dice? No te ves así, yo sé lo que sientes, yo lo entiendo. Pero no es así, deja de dudar de ti y tus capacidades. Eres bueno, eres alguien especial. Necesitas tomar coraje y comerte el mundo. Por una maldita vez deja de pensar en cómo se sentirán los demás y preocúpate en como te vas a sentir tú y como lo haremos sentir a él. Aun no logro comprender porque siempre ves esa misma imagen, porqué odias tanto tu reflejo en el espejo. Parcero, parece duro y enfrente el mundo deja de ser un puto debilucho. Tenes todo para comerte el mundo entero. Sos demasiado arte, sos conocimiento, tienes unos talentos que te juro que muchos quisieran tener. Jean, deja de sentirte tan poca cosa, que eres mucho más de lo que podés ver, mira a los lados no estas solo. Nunca has estado solo. No escuches tu mente, deja de sumirte en esa maldita tristeza constante.
Jean Carlo.
No tengo la más remota forma
correcta de comenzar esto, de como decírtelo. O de qué manera hacértelo saber,
eres la combinación de dos personalidades que ni se topa la una con la otra, vas
jugando con ambas justamente para defenderte del mundo. Y tratas todo el tiempo
de fingir que esta todo bien, que la tristeza es pasajera y te la pasas aparentando
todo el tiempo de que estas a la perfección.
Te estas destruyendo, odias tu
cuerpo, odias quien eres, estás justamente de nuevo, en un pinto de dolor y
tristeza que te esta llevando por delante, estás inquieto, estas intranquilo.
Antes dejabas fluir esa dureza y esa actitud de prepotencia y grandeza. Donde
llegabas todos notaban tu presencia y quien eres. Ahora te escondes del mundo,
te escondes de todo y no quieres que nadie te note. Que nadie te vea. Te has
dejado convencer de que lo que ves en un espejo es lo que eres, te estas
dejando ganar por los recuerdos que te marcaron, tienes momento donde explotas
de emoción y de un momento a otro solo te apagas y ya no quieres nada, estas
dejando de comer nuevamente. No estas durmiendo bien y cuando duermes no te
quieres despertar.
Eres valiente, eres luchador,
eres un berraco que se ha enfrentado al mundo en muchas ocasiones, pero ahora
te estas dejando ganar. No se como puedo ayudarte, recurres a mi cuando quieres
salvarte, pero esta ves soy yo quien recurro a ti para que nos salvemos los
dos. El trabajo me está quedando difícil a mí. Te necesito arriba, deja de
dudar de ti y anímate a hacer lo que sueñas, que te ira bien. Nos ira bien, no
estaremos solos. Si nos caemos ellos estarán ahí para pararnos o sencillamente
para recibirnos en el aire.
Soy tu escritor, estoy roto. Soy
un escritor roto. Y ahora busco a ese Jean Carlo que me busca para alivianar
sus penas, no lo encuentro y lo dejaste atrás. Te has comido el cuento de que
eres dos personas diferentes y por eso los diferencias por tus dos nombres. Amigo
mío, ambos eres tú. Ambos son todo lo que eres, toma aire, siéntate y prepárate
para ponerte en pie. Que eres capaz, que en la oscuridad siempre estaré aquí
para mostrarte que el dolor se puede despejar con nuestras letras. Jean Carlo,
eres valentía pura y no te alcanzas a imaginar lo que puedes producir a otros.
Estas triste lo sé, estas dolido, el mundo te pesa, los quieres salvar a todos
y ni siquiera eres capaz contigo mismo. No te rindas, no caigas más, TOMA MI
MANO.
Yo mejor que nadie se todo lo que esta pasando por tu cabeza, trato todo el tiempo de espantar todas esas ideas y que pienses en tus letras, tus letras y yo te extrañamos demasiado. Todo te molesta, todo te hace sentir mal, todo lo quieres acabar. Pero no acabes más contigo. Te necesito, nos necesitamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario