Hoy estoy un tanto melancólico, hoy me encuentro un poco más nocivo que de costumbre. Y no, no hablo de serlo para los demás, hablo de como lo estoy siendo para mi mismo. Ahora me voy cuestionando si solo estoy triste o si sencillamente estoy un poco melancólico de la vida. Estoy un poco asustado de lo que viene siendo la vida, me he asustado de las sensaciones del camino y de las decisiones que he ido tomando durante este tiempo y estos años en los que tristemente estoy aquí.
Y digo
que tristemente, porque después de todo no fue una petición haber llegado aquí.
No juzgo a mi madre por su deseo de ser madre, después de todo fui un bebé muy
deseado y esperado con mucho amor. Fui un niño dentro de lo que cabe muy feliz.
Sí, tuvimos falencias y muchos faltantes, pero nunca me ha faltado un abrazo o
un beso de buena suerte, una palabra de aliento cada que siento que el mundo me
esta quedando grande. Me he segado un tanto a la vida, me he negado de cierta y
muchas formas el disfrutar cosas que quizás solo yo mismo me negué a hacerlo.
No me arrepiento en lo más mínimo de haberlo hecho. Soy un circulo poco
circular de emociones y de estigmas sensoriales.
Me he
dividido entre mi soledad y la compañía de aquellos que he permitido que hagan
parte de mi vida, siempre he tendido a ser una persona un tanto solicitaría, me
ha gustado todo lo bohemio y aquello que me ha convertido en una melancolía constante
de ser humano. He tendido a estar rodeado de muy pocas personas que he
considerado importantes, he amado con locura y odiado con desenfreno insistente.
Soy un buen ser, al menos eso quiero creer. Pero realmente también he sido un
monstruo en contra de mi propia voluntad. Decid que nunca he lastimado a una persona,
sería una vil bazofia. He dañado tanto como he amado, pero, aunque suene a una
maldita excusa, no soy más que otro tonto ser humano que tiende a irse entre
los errores.
Esta melancolía
me lleva a sentir más ausencia de la que realmente tiendo a tener en realidad.
Soy un ser, que va caminando todo el tiempo, disfrutando de la música y
disfrutando del frío de su propio cuerpo. Siempre, me ha gusto tildarme como un
hombre sin sentimientos, cruel, duro y de no sentir sencillamente. Pero, joder que
la realidad es tan diferente verdaderamente. Soy un mar de emociones y
sentimientos, doy la vida por aquellos que amo y cubro a todo aquel que veo que
esta en desventaja, no soy capaz de ni siquiera tolerar ningún tipo de
violencia. Y me disculpo de una vez si en algún momento sin ser consiente
llegue a ser violento o abusivo con otras personas, he descubierto que tengo un
gran poder de persuasión para que se haga lo que yo quiero. Vengo trabajando en
ello y me he vuelto un poco más dócil de llevar.
Hoy considero
la necesidad de llamar a aquellos que quiero para que nos reunamos en circulo y
nos batamos de amor y mucho licor. Estoy exhausto de navegarme en medio de los
extremos y ya no lo quiero más, aunque bueno hace mucho los deje un tanto de lado.
Pero ahora no quiero dejar de lado esos excesos de buenas vibras, de esos viajes
inesperados a lugares en los que no pensamos llegar en ese instante, hoy hago
un llamado a mi propio lugar, a no seguirme negando la posibilidad de vivir
muevas aventuras. Durante mucho tiempo he venido viviendo con un constante
miedo de que todo termine de un momento a otro. Y estoy un tanto cansado de tener
ese miedo, hace unos meses le contaba mi historia a una persona, alguien que
con el tiempo hemos encontrado un placer de debate sobre las guerras que hemos
tenido que batallar cada uno. Después de esa charla, aunque no me lo dijo a mí
sino a otras personas, tratare de parafrasear lo que dijo: “Jean, Jean se la
pasa diciendo que se quiere morir, que ya no desea estar y que está mamado de
todo lo que es estar vivo. Pero, es la persona con más ganas de vivir que he
conocido alguna vez en mi vida. Incluso tiene más ganas de vivir que todos los que
estamos aquí presentes juntos.”
Esto
es algo que se ha quedado navegando muchos meses en mi cabeza, se ha quedado
ahí como una idea super plasmada de aquello que pienso y por más que le doy vueltas
y aunque odio tener que hacerlo, debo aceptar que tiene razón. Y no porque este
encantado con lo maravilloso que es el mundo, claro que no. Es todo lo contrario,
odio tanto lo cruel que es el mundo. Que solo quiero buscar la forma de hacerlo
un poquito más bonito para quienes vivimos en él. Tratando en medida de lo posible
que aquellas personas que me rodean estén un poco mejor, tratando de quitarles de
alguna forma la carga que llevan o por lo menos buscar el mecanismo de hacérselo
un poco más sobre llevadero. Para quienes quizás ya han leído un poco de lo que
suelo plasmar aquí, ya estarán acostumbrados a que sea redundante o que empiece
con un tema y termine en algo completamente diferente a lo que inicio. Lo
siento, pero supongo que hace parte un poco de mi magia. (Aquí de iluso, el
pendejo pensado que es mágico)
El mundo
se ha vuelto tan absurdamente cruel, cada día hay una nueva noticia de una
mujer asesinada, una persona abusada, alguien discriminado por su color o por a
quien ama. El mundo ahora esta lleno de calles bañadas en sangre de inocentes,
en personas que se volvieron deidades que ahora resulta que son pederastas, pedófilos
y toda esa mierda. Personas lastimando, haciéndole daño a los seres más
hermosos como lo son los animales, personas siendo segregadas por el simple hecho
de tener algo en su cuerpo. Estoy un tanto exhausto de toda esa basura de lo
que se convirtió el mundo. Que sencillamente busco que el mundo sea un poquito
menos cruel, sobre todo con aquellos que han tenido que batallar guerras que nunca
debieron tener que batallar. Aun guardo la esperanza y el deseo de que un día
el mundo sea un poquito menos cruel, un poquito menos dañino y que sencillamente
podamos ser lo que somos, sin miedo a tener que escondernos o que tengamos que
mirar atrás para saber si alguien viene detrás de ti.
Dejo
de lado mi miedo de que todo se acabe en un segundo, solo por estar en esta búsqueda
infinita de hacer todo un poquito menos oscuro. De acompañar aquellos que
necesitan un tantico de alegría con ellos. Hoy dejo mis miedos, hoy dejo de
lado aquello negativo que me he cargado en la vida, hoy me permito un poco más
dejar que otros que quieran estar, estén. Hoy me permito seguir en mi lucha
constante de mejorar lo que quizás ya no tiene mejora. Dejar de negar un abrazo
o de sencillamente solo estar para cuando sea necesario, aunque para escuchar únicamente.
Hoy, hoy solo digamos que vamos a vivir un poco más.
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