miércoles, 15 de enero de 2025

... detente

He vuelto a odiar mi ser, no soporto la ropa, todo me queda muy pequeño o todo lo siento pequeño. Creo que mi mente me esta hablando desde muy dentro gritandome, que la vida me ha quedado pequeña, quiero gritar y  flagelar mis emociones. Deseo nuevamente sentir un oceano rozar mis mejillas, me cuesta lograr comprender todo lo que pasa por mi mente ahora mismo. Me siento excesivamente triste, tengo el corazón herido, he dejado de sentir. ¿Cómo puedo volver a sentir? Estoy perdiendo la cordura, cada día me dejo de reconocer un poco más y mucho más fuerte. He vuelto a ver al espejo y de nuevo he dejado de reconocer el hombre que veo en el reflejo.

El viento ya no se siente calido y maternal, ahora quema y hiere la piel. El frio congela mis dedos, el otoño ha marchitado mis instintos naturales. Los valles ya no son tan verdes como solian serlo en algún momento, ya las estrellas han dejado de brillas. Suelo mirar fijamente al sol, con el pleno deseo de que se quemen mis ojos y no tener que volver a ver más, poder por primera vez tener la seguridad de que aque reflejo no me lo topare nunca más. 

Constantemente mi cabeza duele, todo el tiempo tengo migraña. Mi pecho duele a toda hora. he vuelto a descuidarme, no sé si soy yo que estoy imaginando cosas o el mundo cada vez huele peor. Cada minuto encuentro un olor mucho más desagradable que el anterior; ahora me cuestiono si quizás eso viene de mí. Veo las sabanas de mi cama y quiero enredarme en ellas, con el fiel deseo de no volver a salir de ellas. ha vuelto a ser común el despreció hacia todos... nuevamente estoy perdiendo el deseo de comer. Ya nada me satisface, me siento incompleto. ¿Acaso que hay de malo en quien soy?

Camina sobre los campos recien regados. Admira aquel girasol al alba del día, que es cuando sus petalos más hermosos son. Enamorate de ese primer café del día; de esos que hacía la abuela. Escucha el correr de esas cuatro patas que viene atravesando toda la casa. Siente ese abrazo en la distancia de aquel que ya no esta. Aquella lagrima de amor, permitete sentir como resbala por tu mejilla. Dejate sacudir por esa canción que tanto has amado. Empieza el día, sale el sol. Todo parece estar bien y todo paraece brillar... todo brilla, menos yo. 

Nuevamente esas cuatro paredes, pero esta ves no hable de aquel cuarto frío oscuro. Ahora es mi mente, se ha vuelto un cubo, nada tiene sentido, todo se ha vuelto ensordecedor, el mundo pesa y el alma duele. Estoy perdiendo la batalla, estoy luchando con la idea de ponerle un fin a todo. No lo quiero, aun hay mucho por intentar y convencer. Escucho gritos, estoy solo, no hay nadie aquí conmigo. ¿Quien diablosgrita? ¿Qué grita? ¡Auxilio! ¿Cómo salgo de aquí? 

Temo, temo mucho de todo lo que esta pasando en mi mente ahora, de no ser capaz de abrir mis labios y emitir palabra de ayuda, no sé como decirle a mamá que estoy recayendo, que me duele el alma y que no tengo ganas de nada. Que no soy valiente, que solo soy un cobarde que se excusa en mil y un razones sin sentido para fingir que todo esta bien. Que he perdido el deseo de querer hacer cualquier cosa. No sé como decirle a cualquier ser, que estoy tan excesivamente agotado. Soy un desastre completo, una farsa andante, un complejo ser que hace mucho debio partir y no tiene gracia o sentido que ande por ahí andando de un lado para otro. 

-Un Escritor Roto