sábado, 6 de julio de 2024

¿Somos adictos al sexo o solo llenamos vacíos con cuerpos ajenos?

 

Hace un par de días hablaba con alguien que amo demasiado, hablábamos de relaciones, sexo, conocer personas y de apps de ligue. Fue bastante interesante la conversación ya que me presentaba el caso de un chico con quien estaba hablando que no es de la ciudad, pero… bueno contexto antes de.

Nosotros dos, nuestro circulo en términos generales tiende a venir de familias disfuncionales y las personas con las cuales tendemos a relacionarnos emocional, sexual y socialmente tienden a ser en su gran mayoría personas en el mismo contexto de crianza. Algunos hemos tenido padres ausentes, síndromes de abandono, familias violentas, engaños físicos, abusos emocionales y sexuales. Otros tantos pues el simple hecho decir que son personas homosexuales les presento un rechazo bastante grande por sus respectivas familias. En fin, hablábamos de que este chico venía de una familia completamente funcional. Padres que no se han separado, unidad con sus hermanos, amor hacia su familia y vida familiar que normalmente en el caso de muchos solo lo hemos visto en películas románticas de bajo presupuesto.

Este chico, tiene facciones de personalidad muy parecidos a quien es su padre (el de ella) a lo cual en medio de la conversación genero muchas preguntas sobre apego y necesidades de cubrir ciertas facciones de deseo de cumplimiento masculino y familiar, qué quizás se vieron en casa y en anhelo interno se espera conseguir, para quien se espera que sea ese compañero de vida. Continuaba la conversación y se empieza a hondar en el ámbito sexual, a cuestionar si ya con este chico ha habido algún tipo de insinuación sexual o parecido y la respuesta -parafraseando- “Es tan ideal, que hasta ahora ni siquiera se me ha insinuado” lo cual nos lleva a la conclusión, de que tiene que haber algún tipo de falla en él. Porque hasta comprende las relaciones a distancia y tiene responsabilidad afectiva, continuando que asiste a terapia por deseo propio y no por que sea una necesidad para subsanar algún tipo de trauma de crianza. Lo cual la respuesta mutua ante tal caso fue: “debe tener algún rayo o algo en la parte sexual, no todo es tan perfecto.”

A raíz de esa conversación nacen un sinfín de preguntas y muchas de ellas sin respuesta alguna, donde nos empezamos a cuestionar si el sexo para nosotros solo es un mecanismo de llenar vacíos que de alguna manera hemos tenido guardados desde quien sabe hace cuanto tiempo. Particularmente en la comunidad gay, desde mi perspectiva focalizándolo un poco más en los hombres y también en la generación nuestra en general. Hombres y mujeres, independiente de su orientación o identidad de género. Tendemos a irnos de una manera absurda al sexo. Es donde en muchas ocasiones entra esa frase de algún poeta perdido de internet: “Desde que el sexo se hizo fácil de conseguir, el amor es una misión imposible” ya ni siquiera esperamos a la segunda cita para ir y tener sexo desenfrenado. Incluso en muchas ocasiones dependiendo del comportamiento del otro en ese ámbito, varia si hay o no una segunda cita o si algo tan simple como que seguiremos contactando con esta persona.

En muchas ocasiones solo nos citamos con alguna persona para saciar ese deseo físico de sentir otro cuerpo desnudo acompañando el nuestro y no se vuelve más que un acto vació y que en algunas cuantas tantas y muchas ocasiones tiende a dejarnos una sensación no muy grata sobre nosotros mismos. Tendemos a llevarlo por el lado de que somos adictos al sexo o sencillamente a llenarnos la boca diciendo que es nuestro único interés.

¿Realmente el sexo es lo único que nos interesa?

Muchos de nosotros quedamos con el sin sabor de que no se nos permitió vivir ese romance adolescente y queremos llenar esa sensación sirviéndole como plato a otro ser, para que satisfaga su necesidad. Aclaro, no quiere decir que si o si solo funcione de tal manera. En las ultimas semanas se han cruzado diferentes temas, conversaciones, charlas e investigaciones sobre la sexualidad humana y sobre el mecanismo de las relaciones e incluso. De como solemos ver el comportamiento sexual y de que manera es la perspectiva personal de cada uno. He estado leyendo, escuchando y viendo mucho contenido sobre relaciones abiertas, poliamorosas, swingers, relaciones que únicamente se han basado en ser sexuales y demás.

Dentro de toda esta información que ha entrado a mi cabeza e incluso desde el hecho de trabajar en la industria de contenido para adultos. He podido denotar el hecho de que como seres humanos tenemos necesidades fisiológicas en el ámbito sexual, que se les debe de buscar un desarrollo o por llamarlo de una mejor manera; se le debe dar la posibilidad de suplirse en algún determinando instante. Para perder esa duda de si nos gusta o no. Todos como personas tenemos fetiches, tenemos secretos ocultos en el sexo que en su gran porcentaje se avergüenza de aceptar que lo disfrutan o que lo desean. El ser humano por naturaleza no es monógamo, como muchas especies animales. También, escuchando tantas historias respecto al tema. Puedo llegar a la conclusión de que muchos de nosotros -sí, me incluyo- hemos solo sido un juguete en la cama de alguien más.

No importa el rol que estemos cumpliendo, solo estamos ahí por sentir que estamos siendo útiles de alguna forma para la sociedad y que mejor manera que prestando nuestro cuerpo para que otro pueda saciar su necesidad inerte de tener un orgasmo o tan simple con la posibilidad de venirse/correrse/eyacular o como cada uno de nosotros lo quiera llamar. Desde mi perspectiva personal, no. Desde mi historia personal, en muchas ocasiones solo he utilizado el sexo para deshacer por momentos instantáneos muchos fantasmas que me están acosando o por el hecho de no sentirme lo suficiente para una persona.

Todos como persona en algún momento hemos sido infieles, no precisamente porque no estemos enamorados o no amemos, o sencillamente no queramos al otro. Inclusive no es porque esa persona no sea suficiente, probablemente es mucho más que suficiente, pero nuestro ser y nuestro sistema animal tiene la necesidad de apareamiento constante y se permite satisfacer su necesidad de reproducción con aquel que le permita realizarlo. Justo hablando con amigos y diferentes personas, es donde en muchas ocasiones hemos llegado a la conclusión de que preferimos una lealtad emocional a una exclusividad sexual. Aclaro, no es que esta sea la única manera de tener una relación, las relaciones monógamas también son posibles. Pero, cuestan un poco más de trabajo llegar a eso.

En lo personal, me parece tonto el hecho de considerar que por estar en una relación exclusiva. No vamos a tener la posibilidad de admiración a la belleza de otros o que por un instante no sintamos deseo carnal hacia otra persona. Y no se trata de que el otro no sea una persona suficiente, sencillamente es el comportamiento natural del ser. Estoy contigo, pero no por eso me convierto en una persona ciega que no pueda ver a otros. No porque les admire quiere decir que me voy a ir de inmediato a revolcar con esa persona. Adicional, en muchas ocasiones he conocido personas y una que otra vez quizás me ha podido pasar a mí mismo. Hay gustos particulares en el ámbito sexual que tenemos y que nuestra pareja no comparte o sencillamente no esta de acuerdo, y es ahí donde nace una necesidad de querer suplir ese deseo con alguien más que si este dispuesto o si disfrute de dicha acción. Como, por ejemplo, hay personas que no disfrutan del sexo rudo y lo prefieren con mayor delicadeza y más tenue o el mas llamado “hacer el amor”

En muchas ocasiones muchos de nosotros solemos recurrir o hemos recurrido al hecho de tener sexo solo porque estamos aburridos y no tenemos nada más que hacer, de la misma manera en que hemos recurrido a la masturbación. Yo soy uno de aquellos que, aunque en términos generales no disfruta la masturbación, de las pocas veces que suele hacerle. Por lo menos el 90% de ellas han sido por aburrimiento y mi pareja no esta para tener sexo. Y de esa misma forma aplica en la posibilidad de que nos hemos revolcado con unos cuantos solo porque estamos aburridos o por la sencilla razón de que estamos calientes, hormonales, cachondos o como lo queramos llamar. Y a raíz de ello también han venido muchos arrepentimientos luego dé. Llamémoslo embarazos, ITS, un enamorado sexual -o un encarte como solemos llamarlos- momentos incomodos o tan simple como un muy mal sexo. Y que horrible es cuando tenemos un mal sexo, a todos se nos ha cruzado el pensamiento de: “mejor me hubiera quedado en mi casa” o “si me hubiese hecho una paja, lo habría pasado mejor”

Hay un sinfín de motivos y situaciones por las cuales hemos recurrido al tener sexo con otros. Y es justo ahí donde ella y yo nos preguntábamos…

 

¿Qué vacíos estamos llenando con el sexo?